sábado, 7 de enero de 2012

La Tasa Tobin en la Eurozona





Poco a poco da la impresión de que se van dando primeros pasos encaminados a la creación de una tasa para transacciones financieras en la Eurozona, basada en la Tasa de Tobin, aunque todavía no hay un acuerdo definitivo entre los países miembros, sobre todo, entre Alemania y Francia.
La propuesta se lanzará a finales de enero de 2012, cuando se celebrará la próxima cumbre europea en Bruselas. Así lo ha comunicado Jean Leonetti, ministro galo de Asuntos Exteriores, quien ha indicado que los Gobiernos francés y alemán presentarán entonces una propuesta conjunta “para fijar la base imponible de este impuesto”.

Una tasa que sirva de gravamen a las transacciones financieras

La propuesta de algunos de una parte de los países de la Eurozona, liderados por Francia y Alemania, es fijar una tasa que grave las transacciones financieras: un 0,1% para la compraventa de acciones y un 0,01% las de derivados. La idea es que las tasas sean de un porcentaje bajo para que no se produzca una deslocalización de los capitales. Imponiendo una tasa baja, la Eurozona también buscaría penalizar ante todo las operaciones meramente especulativas a muy corto plazo, y no tanto a las inversiones, ya que, cuantas más operaciones se hagan, más impuestos habrá que pagar.
Con la aplicación de esta tasa sobre transacciones financieras, se calcula que la Unión Europea podría recaudar en torno a los 55.000 millones de euros, que podrían ir destinados a financiar el presupuesto de la UE, y también a los presupuestos nacionales. Por el contrario, Bruselas considera que la aplicación de una tasa de este tipo podría reducir el crecimiento del PIB de los países miembros.

Alemania y Francia toman la iniciativa

Alemania y Francia son los principales impulsores de la creación de la tasa sobre transacciones financieras, y prevén que, si se llega a un acuerdo a finales de enero de 2012, la nueva tasa empezaría a funcionar en 2013, aunque Alemania y Francia todavía no tienen un criterio común en cuanto a su puesta en marcha.
Alemania cree que la tasa se debe poner en marcha en todos los países de la Unión Europea a la vez. De la misma idea es Italia, donde su primer ministro, Mario Monti, ha declarado “la necesidad de que los diferentes países europeos no se lancen en solitario a aplicar la tasa”.
El problema aparece con algunos países de la Unión Europea, como Gran Bretaña, que es reticente por miedo a que Londres pierda fuerza como plaza financiera, o Suecia, que no tuvo éxito en la aplicación de una tasa de este tipo en los años 90. Ante esto, Francia, que considera urgente la aplicación de la tasa, avisa que está dispuesta a implantarla ellos solos, o en algún pequeño grupo de países miembros.
En este sentido se ha expresado desde Francia el ministro galo de Asuntos Exteriores, Jean Leonetti, que ha indicado que “la tasa podría ser adoptada únicamente por un grupo de países pioneros de la Eurozona”.

La tasa de Tobin

Las tasas o impuestos sobre transacciones financieras basan sus ideas en la llamada Tasa de Tobin, ideada por el economista James Tobin en 1971, quien recibió el Premio Nobel de Economía en 1981. Tobin formuló una tasa que gravara las operaciones de cambio de divisas, y así que los mercados monetarios monetarios y financieros no se aceleren en demasía. El propio Tobin renunció a sus ideas, ya que argumentó que se le malinterpretó su teoría y que nunca se ha aplicado como él la ideó.
Este tipo de tasa se ha intentado aplicar a nivel mundial: el último intento fue en el noviembre pasado, en la reunión del G20, pero no salió adelante por la oposición de, entre otros, Estados Unidos y China.

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