martes, 27 de diciembre de 2011

La Autoridad Bancaria Europea (EBA) elimina las participaciones preferentes como parte del capital de alta calidad




La Autoridad Bancaria Europea (EBA), con los criterios que ha establecido referentes a participaciones preferentes, ha llevado a los principales bancos españoles, como el Santander, BBVA, Popular, Caixabank o Bankia, a intentar deshacerse de estos instrumentos financieros que habían distribuido entre sus clientes.
La participación preferente, también conocida como acción preferente, es un instrumento financiero que combina características de capital y deuda. La compra de la participación preferente no da ningún derecho político al inversor, aunque suele ofrecer una retribución conocida y atractiva. En cuanto a su duración, no tiene caducidad, aunque el banco emisor suele reservarse el derecho a amortizarla a partir de un período de tiempo.
La principal razón por la que los bancos españoles han estado emitiendo participaciones preferentes durante los últimos años es que, hasta la fecha, estas participaciones computaban como fondos propios obligatorios del banco emisor, lo que provocaba que aumentara la solvencia del Banco sin que los accionistas de la entidad vieran diluida su participación.
El problema para el comprador era que, si quería venderlas, siempre ha sido más complicado que las acciones “normales”, ya que la pérdida o ganancia en la venta no está regulado en un mercado como la Bolsa. Y como añadido, aunque el cliente no lo supiera, estaba invirtiendo en un producto de alto riesgo, ya que en caso de quiebra del Banco, serían los últimos en recuperar su dinero, si es que lo recuperaban.

La EBA deja de considerar las participaciones preferentes como capital de alta calidad

En octubre de 2011, la EBA publicó los informes referentes a las necesidades de recapitalización de los principales bancos europeos. Este informe es la conclusión de evaluar el impacto de la crisis griega en los balances de los bancos, y también de hacer una valoración a precios de mercado de la deuda soberana de los Estados en manos de los bancos.
A nivel europeo, la EBA establece que los grandes bancos europeos deben tener como mínimo un 9% de su capital denominado de alta calidad. Antes, las participaciones preferentes computaban como capital de alta calidad. A partir de estos nuevos informes, la EBA no considera estas participaciones como capital de alta calidad. Esto, unido a la menor valoración de las deudas soberanas, dio como resultado que la Autoridad Bancaria Europea declarase que los principales bancos europeos necesitaban recapitalizarse por un importe global de 106.000 millones de euros, para poder cumplir con el 9% de capital de alta calidad, y poder hacer a las peores previsiones posibles para 2012.
Posteriormente, el 8 de diciembre fijó esta cantidad en 114.000 millones de euros, de los cuales 26.170 millones corresponden a los grandes bancos españoles: Santander, Caixabank, BBVA, Bankia y Popular.
La EBA ha puesto como fecha límite para recibir los planes de recapitalización el 20 de enero de 2012, y los bancos deberán haber acabado con el proceso a finales de junio de 2012.
Con estos nuevos criterios, para los bancos dejan de tener sentido estas participaciones preferentes, y buscan nuevas vías para canjear estos instrumentos por otros que sí cuenten como capital de alta calidad.

martes, 20 de diciembre de 2011

Los tipos de interés en la Eurozona, al 1%




La decisión, el pasado 8 de diciembre, del Banco Central Europeo, de bajar los tipos de interés al 1 %, es la segunda medida del mismo calibre tomada por la entidad desde que el italiano Mario Draghi tomara el mando del Banco.
Cuando Draghi accedió al Banco Central Europeo (BCE), los tipos de interés estaban fijados en el 1,5 %. La primera decisión que tomó Draghi, nada más comenzar noviembre, fue bajar el tipo de interés al 1,25 %. Ahora, la bajada ha continuado hasta situar los tipos de interés en el 1 %.
Con esta medida, el BCE busca hacer frente a la crisis, tanto de deuda como económica, que afecta a la Eurozona.

Los mercados no reaccionan

No obstante, la medida todavía no termina de llegar a los ciudadanos y empresas. Los bancos no terminan de reducir los tipos de interés que ofrecen en sus préstamos. El principal objetivo de una reducción de tipos de interés es que el crédito se reactive, pero si los Bancos desconfían de sus clientes, y no bajan también ellos las condiciones de los préstamos, el crédito sigue sin llegar a la población. Realmente, los Bancos siguen teniendo grandes problemas de liquidez, por lo que no es de extrañar esta medida: por lo que se ve, entre sus planes no está el de volver a facilitar el crédito a sus clientes.
Quizás es por esta falta de fluidez del crédito por lo que las Bolsas apenas reaccionaron ante el anuncio de bajada de tipos de interés, teniendo pequeñas fluctuaciones, incluso cerrando con pérdidas la sesión de ese día.
Asociado a los tipos de interés, los mercados siguen esperando que el BCE adopte más medidas, como por ejemplo la compra de Deuda Pública de los Estados, algo que, por las noticias que llegan desde la entidad, está todavía lejos de producirse.
A quienes sí ayuda la bajada de tipos de interés es a economías con problemas, como la española: si con todos los problemas que están teniendo los españoles, se le uniera una subida de tipos de interés, y la consecuente subida del euribor y de las cuotas de las hipotecas, la situación de mucha familias se haría insostenible, mucho más aún todavía que en la actualidad.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El crecimiento del sector público español y la Ley de Wagner

Adolph Wagner (1835 – 1917) fue un economista alemán que desarrolló la ley que lleva su nombre, en referencia a la relación directa que tiene el crecimiento de un país con el incremento del gasto público. Wagner, miembro de la escuela del socialismo de Estado, desarrolló la teoría de que el aumento de la riqueza de un país acarrea un incremento mayor del gasto público: una teoría diferente a la que desarrolló John Keynes, quien defendía lo opuesto: que el incremento del gasto público es el que acarrea el incremento de la producción y riqueza de un país.

A mayor tamaño del país, mayor debe ser el gasto público

Wagner desarrolló su teoría basándose en el crecimiento del tamaño del Gobierno de los Estados. Observo que el tamaño del

sector público de un país aumentaba conforme se incrementaba el nivel de vida de los ciudadanos, algo que en principio puede sonar extraño, ya que, cuanto mayor sea el bienestar de los ciudadanos, menor debería ser la dependencia que tengan del Estado sus habitantes.
Pero lo que Wagner observó es que cuanto mayor es el bienestar de los habitantes, más demandas tienen en educación, en seguridad, en infraestructuras, en sanidad, etc., o lo que es lo mismo, más necesidad tendrán en que el Estado les provea de ciertos bienes, que en Estados pobres ni tan siquiera piensan en ello, de ahí que en los países poco desarrollados el tamaño del sector público sea pequeño. Igualmente, la aparición en el país de nuevos avances tecnológicos, provocarán la aparición de monopolios que controlen las nuevas innovaciones tecnológicas, que deberán ser controlados por el Estado.
En este camino, también puede ocurrir que haya nuevos sectores que necesiten de una gran inversión, que inicialmente solo pude aportarlo el Estado, de ahí que crezca el gasto público. Igualmente, los nuevos campos tecnológicos que aparecen provocan unas nuevas necesidades educativas, ya que son bienes superiores que antes no estaban presentes entre los habitantes.
El inconveniente que Wagner le da al crecimiento del sector público es el elevado nivel de la elasticidad – renta de los bienes públicos: los bienes públicos crecen a mayor velocidad que la riqueza del país, por lo que, cuando la economía se ralentice, la disminución del gasto estatal será menor, con los consecuentes problemas de financiación que tendrá el Estado.

El sector publico en España

El crecimiento del sector público comenzó a partir de 1960, con los Planes de Estabilización, que originaron un cambio estructural productivo y una importante industrialización, la aparición de la Seguridad Social, y el incremento del gasto en infraestructuras, vivienda o educación, y con la firma de un acuerdo preferencial de España con la CEE en 1970, incrementándose el gasto público en mayor medida que en el resto de países europeos.
Pero el principal incremento del gasto público se dio en España con de la llegada de la democracia en 1978, y sobre todo con el proceso de integración del país en la CEE. En estos años creció la Seguridad Social, y se elevó mucho el gasto en educación, sanidad e infraestructuras. La entrada en la CEE facilitó la adopción de medidas liberalizadoras del mercado español, como la privatización de las empresas públicas existentes, con el consecuente incremento de los ingresos del país.
Este rápido crecimiento de España originó el desarrollo de las competencias de las diferentes administraciones públicas, como Comunidades Autónomas, Diputaciones y Ayuntamientos, que acarreo el incremento de los presupuestos de gasto público, algo que era fácilmente cubierto con los ingresos del Estado proveniente del crecimiento del país.

La no disminución del gasto público durante la crisis

El incremento del gasto público genera más riqueza al país, que a su vez genera más gasto público, por lo que al final es un mecanismo que se autoalimenta. El problema se origina cuando el país, ante una crisis como la actual, no crece al ritmo necesario, por ejemplo por encima del 3 %, con lo que el Estado no recibe los ingresos necesarios para mantener su nivel de gasto.
Y cuando esto sucede, aparecen los problemas, ya que, aunque el país no crezca, e incluso decrece, los ciudadanos ya no están dispuestos a asumir una reducción del nivel de calidad de los servicios que ofrece el Estado, de ahí que el nivel de gasto público no disminuye en la misma proporción que se estancan sus ingresos, lo da como resultado que el Estado se vea obligado a endeudarse, como está ocurriendo actualmente, para que sus ciudadanos puedan seguir disfrutando de los mismos servicios. Si la economía no se recupera y le vuelve a dar al Estado los ingresos suficientes para financiarse, el endeudamiento del sector público difícilmente se reducirá.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Francisco de Vitoria, la Escuela de Salamanca y la Teoría Cuantitativa del Dinero


Francisco de Vitoria (1480 - 1556), teólogo dominico, fue el precursor de la llamada Escuela de Salamanca, compuesta por un grupo de teólogos de la Universidad de Salamanca, que estudiaron las consecuencias económicas y morales que el descubrimiento de América estaba teniendo en la economía española.
Conceptos como la fijación del precio de los bienes, la propiedad privada, la ética del cobro de intereses en los préstamos, o el derecho a conquistar los nuevos territorios descubiertos, fueron analizados con gran precisión por este grupo de estudiosos, entre los cuales también estaban Diego de Covarrubias, Melchor Cano, Luis de Molina, Tomás de Mercado, Domingo de Soto, Francisco Suárez o Martín de Azpilicueta, precursor éste último de la Teoría Cuantitativa del Dinero. Conceptos que supusieron una revolución en el pensamiento económico de la época, y algunos de los cuales siguen vigentes en la actualidad.

Las ideas de Francisco de Vitoria

Francisco de Vitoria, principal figura de la Escuela de Salamanca, no reflexionó solamente sobre cuestiones de economía, sino también abordó cuestiones morales desde su cátedra de la Universidad de Salamanca; desde su puesto, recuperó la enseñanza de la Teología en España, buscó en sus clases la mayor compenetración posible entre profesor y alumnos, y legitimó la presencia española en América como vía para salvaguardar la seguridad de la zona.
La defensa de la ocupación de los territorios americanos por España la orientó siempre en el mismo sentido que Bartolomé de las Casas: los conquistadores estaban allí para mantener la paz en la zona, pero los indios son los únicos dueños de América, son personas con los mismos derechos y libertades que los conquistadores, y no hay ninguna razón para esclavizar y explotarles: de aquí se originó el primer derecho de gentes, algo que llevó a confrontaciones del poder de la época con la Escuela de Salamanca.

La propiedad privada

La Escuela de Salamanca fue una de las principales defensoras de la propiedad privada. Desde el siglo XIII, las órdenes mendicantes promulgaban las virtudes de la pobreza y el hermanamiento de la humanidad, rechazando la acumulación de riquezas y propiedades por parte, entre otros, de la Iglesia.
Dos de los principales defensores de la propiedad privada dentro de la escolástica de la Escuela de Salamanca fueron Diego de Covarrubias y Luis de Molina: el primero defendió también que los propietarios eran los únicos legitimados para recibir los beneficios generados por esas propiedades.
En la misma línea, Luis de Molina defendió la propiedad privada como el mejor método de productividad de los bienes, ya que, si las tierras eran bienes comunes, siempre estarían peor gestionadas, y sería un mecanismo para que los poderosos explotaran a los más débiles.

La Teoría Cuantitativa en la Escuela de Salamanca

Una de las mayores aportaciones de la Escuela fueron los estudios relacionados con el precio de los bienes: antes de la aparición de la Escuela, el precio se calculaba según el coste de elaboración del bien.
Con el descubrimiento de América, España recibió una gran cantidad de oro y plata, lo que produjo inflación y carestía de bienes, algo paradójico para la época, ya que vieron que, a más metales preciosos, más pobreza.
El dominico Martín de Azpilicueta fue quien analizó estos problemas, y unió, por primera vez en la historia, la cantidad de dinero en una economía con el precio de los bienes: los precios se fijan en función de la oferta y de demanda, y no sólo depende del coste del bien. Los metales preciosos, o el dinero en la actualidad, cuanto más abundantes sean, más hacen subir el precio de los bienes, y de ahí que, cuanta mayor riqueza haya en un país, más riesgos de que se genere pobreza.
Las ideas teóricas de Azpilicueta, en el siglo XVI, sirvieron de base para que, en el siglo XX, Irving Fisher desarrollara la ecuación de la Teoría Cuantitativa del Dinero, y para que los economistas de la Escuela Austriaca, utilizando las ideas de Azpilicueta de que los bienes presentes se valoran más que los bienes futuros, fijaran su definición del tipo de interés.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Beneficios de la implantación de una Unión Económica Monetaria: la Eurozona


La primera planificación seria para la creación de una Unión Económica Monetaria en Europa se dio en 1993, intentando buscar una moneda fuerte que utilizaran una gran cantidad de europeos, y que pudiera competir en el mercado de divisas con el dólar.

Desde 1998, se determinaron los países que entrarían en la primera fase del euro, siempre y cuando cumplieran unas condiciones, que en un principio serían estrictas, pero con el paso del tiempo se ha terminado comprobando que no lo eran tanto (el tan conocido caso griego). Estas condiciones se resumieron en:

•El déficit público no podía ser superior al 3% del PIB del país aspirante a formar parte del euro.
•La inflación del país no podía superar en 1,5 puntos la media europea.
•La deuda pública del país no podía ser superior al 60% del PIB.
•La moneda del país no podía haberse devaluado o revaluado de forma relevante en los dos últimos años.
•El tipo de interés a largo plazo del país no podía superar en más de dos puntos la media de los tres países europeos con menor inflación.

Once países en la primera fase del euro

Con estos condicionantes, fueron once países los que entraron a formar parte de la Eurozona en 1999: Portugal, España, Francia, Italia, Austria, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos, Irlanda y Finlandia. En 2002, cuando entró oficialmente en circulación el euro, Grecia también se sumó a la moneda europea. Desde entonces, Eslovenia, Eslovaquia Estonia, Chipre y Malta también se han ido sumando al euro, con lo que hoy en día, diecisiete países están dentro de la Eurozona.
Desde los inicios del proceso del euro, Reino Unido, Suecia y Dinamarca cumplían con los requisitos para formar parte de la Eurozona, pero prefirieron quedarse fuera y mantener sus competencias en política monetaria.

Beneficios de la Eurozona

Los principales beneficios que ha traído el euro a los países que lo han adoptado como moneda, son los típicos de una Unión Económica Monetaria:
•Se han eliminado los costes de transacción entre los países miembros, entre ellos, las comisiones por cambio de divisas.
•Ya no hay incertidumbre respecto a las oscilaciones de las divisas. Con ello, se ha conseguido que el dinero se mueva a más velocidad entre los países, y con ello, entre un mayor número de población.
•Aumentan las exportaciones, al no haber devaluaciones o revaluaciones de la moneda de cada país, ya que los Estados han perdido las competencias en política monetaria.
•Se ha elevado la competencia dentro de la Eurozona, ya que al estar expresados los precios en la misma moneda, es mucho más sencillo hacer una comparación de precios, hay más transparencia, con lo que se consigue que el mercado tenga más competencia.
•El euro, al ser utilizado por muchas más personas que si cada país tuviera su propia moneda, consigue tener mucha más fuerza y presencia dentro del Sistema Monetario Internacional, al abarcar un mercado de gran tamaño dentro del sistema.
•En los primeros años de vida del euro, la moneda ha sido muy atractiva para los inversores internacionales, quitando protagonismo al dólar estadounidense, consiguiendo así que parte de los precios internacionales se fijen en euros, algo que es beneficioso para los países y habitantes de la Eurozona.

Con todos estos beneficios, también se pueden considerar una gran cantidad de costes, puntos débiles de la Eurozona, que están provocando una fuerte crisis financiera en la Eurozona, sobre todo provenientes de las crisis asimétricas, por las grandes diferencias en los problemas que tienen los países miembros. Estos costes y puntos débiles son los que provocan que no se haya alcanzado una unión monetaria óptima.

domingo, 4 de diciembre de 2011

AREAS MONETARIAS OPTIMAS Y CRISIS ASIMETRICAS



A pesar de los muchos beneficios que ha tenido la creación de la Eurozona, se producen otros inconvenientes que están obstaculizando la creación de un área monetaria óptima.

Un área monetaria óptima es una zona territorial donde las ventajas de tener una moneda única son siempre mayores que los inconvenientes originados por esta unión.
Se está hablando muchos de los problemas originados por la implantación del euro, normalmente provenientes de las diferentes características de los países miembros de la Zona Euro: diferentes idiomas, sistemas retributivos o también, diferentes políticas fiscales.

Los flujos migratorios en la Eurozona

Una de las ventajas de la moneda única en Europa es que los ciudadanos pueden comparar los precios y salarios entre países, sin necesidad de utilizar una calculadora. Igualmente, con la libre circulación de trabajadores, se pueden dar flujos migratorios de personas de una zona a otra, dependiendo de las necesidades laborales que haya en cada momento dentro de la Eurozona.

Así, si ocurre como hoy en día, que en España hay un elevado desempleo, y se está produciendo un excedente de licenciados universitarios, estos ciudadanos podrían irse a otros países, como Holanda, Francia o Alemania, donde pueden ser útiles, para compensar el excedente de un país con la escasez en el otro.

El problema surge con, sobre todo, las diferencias lingüísticas de los países miembros del Euro. Así, para un español o un portugués, les va a ser muy difícil desplazarse al norte de Europa, al desconocer los idiomas que se hablan en esos países. Además, las diferencias culturales entre los países sirven de freno para el movimiento de trabajadores entre los países de la Eurozona. Estamos, por lo tanto, ante una asimetría en el mercado laboral, difícil de solucionar, como señala, entre otros, el economista Paul Krugman.

Diferentes sistemas retributivos

Con la entrada de la moneda única, se suprime la política monetaria como mecanismo de lucha contra la recesión. Una de las vías de salida es el ajuste de los salarios: el inconveniente está en los diferentes sistemas retributivos de los países de la Zona Euro: mientras que en los países del norte los salarios se fijan en función a la productividad, en el sur se fijan en función del poder adquisitivo, es decir, según la inflación del país.

Se produce la asimetría de que, mientras los países del norte están preparados para ajustar sus salarios en casos de bajada de la productividad, los países del sur no lo pueden hacer, ya que tienen un mecanismo diferente. De ahí que surjan asimetrías en las políticas encaminadas a reordenar la economía europea.

La política monetaria común en las crisis asimétricas

El principal problema que está teniendo actualmente la Eurozona es que la crisis económica está afectando de forma diferente a los diferentes países miembros, lo que se conocen como crisis o shocks asimétricos.

Anterior a la entrada del Euro, cada país utilizaba su propia política monetaria en función de las necesidades que tenía, pudiendo influir en los tipos de cambio para encaminar la situación del país. En la actualidad, la política monetaria es común, pero el problema está que a unos países les interesa seguir un camino, y a otros países, otro.

Así, mientras países como Francia y Alemania, menos inmersos en la crisis, les interesa una subida de tipos de interés, a otros países, como España, Irlanda, Portugal o Grecia, necesitan unos tipos de interés bajos para poder revitalizar su economía.

Mientras no se produzcan las reformas necesarias para la existencia de un auténtico Mercado Único, las crisis asimétricas seguirán existiendo en la Eurozona, aunque siempre habrá algo muy difícil de superar: el idioma.